Funcionamiento de una central eolica

construya su propia pequeña energía eólica…

Las turbinas eólicas surgieron hace más de un siglo. Tras la invención del generador eléctrico en la década de 1830, los ingenieros empezaron a intentar aprovechar la energía del viento para producir electricidad. La generación de energía eólica tuvo lugar en el Reino Unido y Estados Unidos en 1887 y 1888, pero se considera que la energía eólica moderna se desarrolló por primera vez en Dinamarca, donde se construyeron turbinas eólicas de eje horizontal en 1891 y una turbina eólica de 22,8 metros comenzó a funcionar en 1897.
El viento se utiliza para producir electricidad utilizando la energía cinética creada por el aire en movimiento. Ésta se transforma en energía eléctrica mediante turbinas eólicas o sistemas de conversión de energía eólica. El viento golpea primero las palas de un aerogenerador, haciéndolas girar y haciendo girar la turbina conectada a ellas. Esto transforma la energía cinética en energía de rotación, moviendo un eje que está conectado a un generador, y produciendo así energía eléctrica a través del electromagnetismo.
La cantidad de energía que se puede cosechar del viento depende del tamaño de la turbina y de la longitud de sus palas. La producción es proporcional a las dimensiones del rotor y al cubo de la velocidad del viento. En teoría, cuando la velocidad del viento se duplica, el potencial de energía eólica se multiplica por ocho.

turbina de agua

Los aerogeneradores funcionan según un principio muy sencillo: en lugar de utilizar la electricidad para generar viento -como un ventilador-, los aerogeneradores utilizan el viento para generar electricidad. El viento hace girar las palas de la turbina, parecidas a las hélices, alrededor de un rotor, que hace girar un generador que crea electricidad.
Los aerogeneradores de eje horizontal son los que la mayoría de la gente imagina cuando piensa en turbinas eólicas; suelen tener tres palas y funcionan “contra el viento”, con la turbina girando en la parte superior de la torre para que las palas estén orientadas hacia el viento.
Los aerogeneradores de eje vertical existen en varias variedades, como el modelo Darrieus, de estilo batidor de huevos, que lleva el nombre de su inventor francés, y son omnidireccionales, lo que significa que no es necesario ajustarlos para que apunten hacia el viento para funcionar.
El tamaño de los aerogeneradores terrestres oscila entre los 100 kilovatios y los varios megavatios. Los aerogeneradores de mayor tamaño son más rentables y se agrupan en centrales eólicas que suministran energía a la red eléctrica.
Muchas de las turbinas utilizadas en aplicaciones distribuidas son pequeños aerogeneradores.  Los aerogeneradores individuales pequeños -de menos de 100 kilovatios- suelen utilizarse en aplicaciones residenciales, agrícolas, comerciales e industriales.

retroalimentación

La energía eólica es una forma de energía solar[1]. La energía eólica (o energía del viento) describe el proceso por el cual se utiliza el viento para generar electricidad. Los aerogeneradores convierten la energía cinética del viento en energía mecánica. Un generador puede convertir la energía mecánica en electricidad[2]. La energía mecánica también puede utilizarse directamente para tareas específicas, como el bombeo de agua. El DOE de EE.UU. ha elaborado una breve animación sobre la energía eólica que ofrece una visión general del funcionamiento de un aerogenerador y describe los recursos eólicos de Estados Unidos.
El viento es causado por el calentamiento desigual de la atmósfera por el sol, las variaciones en la superficie terrestre y la rotación de la tierra. Las montañas, las masas de agua y la vegetación influyen en los patrones de flujo del viento[2], [3]. Los aerogeneradores transforman la energía del viento en electricidad haciendo girar las palas de la hélice alrededor de un rotor. El rotor hace girar el eje de transmisión, que hace girar un generador eléctrico. Hay tres factores clave que afectan a la cantidad de energía que una turbina puede aprovechar del viento: la velocidad del viento, la densidad del aire y el área de barrido[4].

eficiencia de la energía eólica

La energía eólica es una fuente de energía renovable y está disponible en todo el mundo en abundancia. Por ello, para aprovechar este recurso natural de la mejor manera posible, se han diseñado turbinas eólicas que pueden funcionar desde los 14 hasta los 90 kilómetros por hora de velocidad del viento, y que se utilizan ampliamente en todo el mundo. La planta de energía eólica se utiliza para la generación de electricidad en zonas de mucho viento con la ayuda de turbinas eólicas. Casi el 2% de la energía solar que llega a la tierra se convierte en energía eólica. Se debe al calentamiento desigual de la superficie de la tierra que provoca diferentes zonas de baja presión y las moléculas de aire se mueven de la zona de alta presión a la zona de baja presión creando así el viento. La rotación de la tierra y las irregularidades de la superficie hacen que el viento siga una trayectoria aleatoria alrededor de la tierra. El flujo de este viento se extrae en la central eólica para hacer girar los generadores que producen electricidad.
El proceso de generación eléctrica producida por el viento comienza cuando la fuerza del viento empuja las palas de las turbinas, haciéndolas girar, creando energía mecánica. Las palas giratorias, unidas a un buje y a un eje de baja velocidad, giran junto con las palas. El eje de baja velocidad está conectado a una caja de cambios que se conecta a un eje de alta velocidad en el lado opuesto de la caja de cambios. Este eje de alta velocidad se conecta a un generador eléctrico que convierte la energía mecánica de la rotación de las palas en energía eléctrica. Al girar entre 11 y 20 veces por minuto, cada turbina puede generar un máximo de 1,5 megavatios de electricidad, suficiente para alimentar, por término medio, más de 500 hogares.